El misterio de los Judíos en Frómista. Así podía llamarse una película de intriga sobre lo ocurrido con el pueblo judío en nuestra villa.
Los judíos se puede decir que siempre estuvieron en Frómista, puesto que en el siglo XI, bajo el reinado de Fernando I, estos formaron parte de la repoblación de toda la zona palentina. Se incrementaron en número con Alfonso X, alcanzando las 200 familias, que supondría un millar de personas, alcanzando así el 25% de la población fromisteña hasta su expulsión por los Reyes Católicos en 1492.
Uno podría suponer que el legado dejado por este pueblo, dada la cantidad de personas que vivieron aquí debe ser importante, pero nada más lejos de la realidad. Nada es lo conservado de la estancia de los judíos en Frómista. Como si la tierra se lo hubiese comido, los vestigios son inexistentes.
Solo podemos mencionar un par de detalles en relación a esta cultura. Uno, el protagonismo de Matutiel Salomón como prestamista en el Milagro de Frómista, que otro día contaremos, y otro, el apodo por el que todavía hoy conocen a los fromisteños allá donde vayan. Y es que, si a alguna persona local de Frómista, le saludan llamándolo judío, no solo no le extrañará, sino que contestará agradecido.
Piedra del Milagro
