De capital importancia para nuestro país. Así se justificaba la designación de San Martín de Frómista como Monumento Nacional y su posterior restauración. En 1894, la preciosisima iglesia de San Martín, como la describe el articulo, necesitaba de una restauración para evitar la hecatombe. El primer paso para preservar esta joya románica fue declararla Monumento Nacional en un año verdaderamente temprano, pues comparándola con dos ejemplos muy conocidos nos hacen una clara idea de la importancia de San Martín. La catedral de Toledo y la de Zaragoza fueron declaradas con este titulo en 1911 y 1912 respectivamente.
San Martín empezó a ser restaurada dos años después bajo el mando del arquitecto Manuel Aníbal Álvarez
Periódico en el que se notifica el 29 de noviembre de 1894 la declaración de Monumento Nacional
Extractos del texto relacionado con la declaración.
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